Los muros vivos o jardines verticales se imponen dentro de la arquitectura como una alternativa de alto valor estético para cubrir fachadas, muros internos o de terrazas en edificios, hoteles, restaurantes y locales comerciales. Igualmente, son elementos muy atractivos para el diseño interior en espacios residenciales, donde el jardín se ha venido integrando a espacios como el salón o el balcón exterior, y acercándose incluso a la cocina para hacer posible el cultivo de una pequeña huerta de aromáticas y plantas comestibles.